Monsanto una multinacional muy controvertida
Desde 1935 los policlorobifenilos han servido de líquidos refrigerantes, de solventes para la síntesis de medicamentos, plásticos, colorantes y lubrificantes, etc...
Todos nosotros tenemos PCB en el cuerpo pertenecen a lo que se llaman contaminantes orgánicos persistentes y lo debemos al comportamiento irresponsable de Monsanto.
Una exposición seguida puede conducir a cánceres, enfermedades cardiovasculares, diabetes, problemas de reproducción.
Aniston, en donde se fabricaron 308000 toneladas de PCB, es hoy en día una ciudad fantasma. Es el lugar más contaminado de Estados Unidos. La empresa vertía los deshechos de la fabricación en un canal que atravesaba la cuidad.
Monsanto sabía que los PCB eran altamente contaminantes, acumulaba datos de los accidentes de trabajo de sus obreros, pero no dijo nada.
En 1977 se prohibió la producción de este veneno en Estados unidos pero se siguió fabricando en Europa hasta 1987.
En 2002 Monsanto fue condenada por haber contaminado el territorio de Aniston y la sangre de sus habitantes. Muchos de ellos fallecidos de cáncer o enfermos de chloroacnea. Se comprobó en este caso como en muchos otros que la toxicidad de PCB es devastadora. En Japón, la fuga en un circuito de refrigeración contaminó arroz, posteriormente consumido por 1300 personas, todas ellas desarrollaron enfermedades de piel raras y más tarde cáncer del hígado. Sin embargo Monsanto sigue tratando con desprecio a las víctimas y negando su responsabilidad.” No hay pruebas consistentes y convincentes de que los PCB sean asociados a efectos sanitarios a largo plazo “declaraba John Hunter en 2002.
En Francia en 2007 se prohibió la pesca en todo el curso del Rones porque presentaba tasas de PCB de 5 a 12 veces lo permitido. Hasta 1988 se le permitía a la fábrica de St Vulbas (que procede a la eliminación de los aparatos que contienen PCB) verter 3 kilos de este producto cada día, cuando sólo se le permite 3 gramos ahora.
El agente Naranja.
En 1948 Monsanto se lanzó a la fabricación de un herbicida, el 2, 4,5-T. A pesar de que los accidentes de fabricación demuestran su toxicidad, la empresa desarrolló el producto para convertirlo en arma química con la ayuda del Pentágono.
Fue utilizada en 1950 en Malasia por los británicos para destruir las cosechas de los rebeldes comunistas. Y más tarde en la guerra de Vietnam para controlar los movimientos de los vietcongs. El ejército Americano vertió toneladas de Agente Naranja en la jungla y sobre los pueblos .Después de dos semanas no quedaba ninguna hoja sobre los árboles. Se presentó el producto como no peligroso para los animales y los hombres pero se utilizaron dosis hasta treinta veces superiores a las practicadas por la agricultura en Estados Unidos.
Al volver de la guerra los veteranos que fueron expuestos empezaron a desarrollar enfermedades graves, cánceres, patologías neurológicas. Se organizaron para que se reconocieran los daños que habían soportado. Monsanto había ocultado al ejército lo dañino que podía ser el defoliante, para eso falsificó estudios .Con el apoyo del gobierno y de la justicia hizo todo lo posible para no reconocer sus responsabilidad, gastaron fortunas en abogados para no tener que indemnizar a los soldados. Lo poco que recibieron los veteranos al final, después de años de juicio, fue una miseria considerando los daños recibidos.
El herbicida Roundup
En 1974 para lanzar el herbicida Roundup, Monsanto no duda en mentir en la publicidad, lo presenta como biodegradable, respetuoso del medio ambiente, sin riesgo para los humanos y los animales.
Muy pronto, se sospecha que el glifosato, el componente activo del roundup no es inofensivo y toma parte en el desarrollo de varios tipos de cáncer. Varios estudios independientes prueban su toxicidad pero como casi siempre las administraciones hacen la vista gorda. El número de intoxicaciones con pesticidas es de 1 millón por año, 20000 casos mortales si se añaden los suicidios sube a 220000 muertos, el roundup es el favorito de los suicidas.
Los OGM invaden el mundo.
Monsanto considera que los campesinos que conservan las semillas para plantarlas el año siguiente son un impedimento para hacer un negocio potencialmente inagotable. El que controla las semillas controla lo que se come en el mundo. Los avances de la biogenética van a permitir que sus sueños se hagan realidad, convirtiendo la vida de muchos campesinos en un infierno.
Con la manipulación genética basta con introducir un gen de bacteria, por ejemplo, en una planta para poder depositar una patente. Esta patente implica que nadie puede usar, plantar, vender o dar esa semilla.
Diez años después de su introducción en el mercado el herbicida Roundup es el más vendido en el mundo. A partir de 1984 será una obsesión para Monsanto, desarrollar plantas genéticamente manipuladas para que sean resistentes al herbicida. Han sido necesarios casi diez años y millones de dólares para presentar en 1993 la soja roundup ready, el nuevo producto milagro. La falta de leyes y de reglamentos y la permisividad de las administraciones va a permitir a la soja OGM arrasar en todos los mercados imponiendo la agricultura más devoradora de energía, más depredadora para el medio ambiente y más peligrosa para el consumidor.
En Argentina, Brasil, Paraguay, la denominada república unida de la soja no es más que la dictadura de la soja. Miles y miles de campesinos son obligados a huir del campo para ir a parar a los suburbios donde no encontraran trabajo digno, dejando el sitio que ocupaban a los cada vez más grandes propietarios e inversores únicos beneficiarios de este tipo de agricultura.
El 90% de la soja producida en América del Sur es transgénica, es exportada masivamente a Europa para servir de alimento para el ganado, así llega hasta tu plato.
En India, las semillas del suicidio.
“Nos han mentido, decían que estas semillas iban a hacernos ganar mucho dinero, pero estamos todos con deudas y la cosecha es un desastre” Así hablan los productores de algodón de la provincia de Maharashtra.
Desde que se ha introducido al algodón Bt de Monsanto en esta región de India, tres personas al día mueren por absorción de herbicida.
El algodón tradicional necesita varios tratamientos fitosanitarios, el algodón Bt debía solucionar el problema ya que supuestamente produce, gracias a la genética, su propio insecticida. Pero no fue así, las semillas bt no son del todo adaptadas a los suelos que se encharcan en el periodo del monzón. Son más caras que las tradicionales y muy pronto hay que volver a usar insecticidas, herbicidas y fertilizantes, lo que lleva a la ruina a los campesinos.
Las multinacionales que han fabricado productos químicos con fines militares, los han desviado al campo de la agricultura para vender pesticidas, herbicidas y fertilizantes y así promover una agricultura cada vez más agresiva y poco respetuosa del medio ambiente.
Para saber más: Leer El mundo según Monsanto. De Marie-Monique Robin.
O ver su película, con el mismo nombre existe en versión española. Disponibles en la web www.combat-monsanto.es
OGM y biodiversidad: http://www.grain.org/front/